Obama dice que ley de salud entra en vigor mañana martes

Obama dice que ley de salud entra en vigor mañana martes

Obama dice que ley de salud entra en vigor mañana martes

El Senado de EE. UU., controlado por los demócratas, rechazó el lunes una propuesta republicana aprobada en la cámara baja que condicionaba la financiación para evitar un cierre parcial del Gobierno federal a partir de esta medianoche.

“Una parte importante de la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible entra en vigor mañana, no importa lo que el Congreso decida hacer hoy”, sentenció Obama en una comparecencia ante la prensa en la Casa Blanca.

“La Ley de Asistencia Sanitaria Asequible está avanzando. Esos fondos ya están implementándose. No pueden ‘cerrarla'”, subrayó. Los republicanos de la Cámara baja se encuentran ya en su tercer intento de atacar la reforma sanitaria de 2010 mediante el debate sobre el presupuesto, lo que ha evitado hasta ahora que haya un acuerdo para seguir financiando todas las actividades del Gobierno a partir de esta medianoche, cuando termina el año fiscal.

Obama, quien habló poco antes de mantener una reunión con su gabinete sobre el inminente cierre del Gobierno, aseguró que está dispuesto a conversar con los republicanos para hacer que la reforma sanitaria ‘funcione mejor’, y que ha ‘demostrado constantemente’ su voluntad de negociar sobre cualquier asunto.

Con una votación de 54 a 46, el Senado rechazó la medida aprobada el domingo por la cámara baja, lo que hace casi inevitable que el Gobierno tenga que suspender algunas de sus actividades no esenciales a partir de la medianoche del lunes 30 de septiembre, cuando termina el actual año fiscal, por falta de fondos.

Como estaba previsto, el Senado votó en contra de la enmienda republicana que buscaba retrasar la aplicación de la reforma sanitaria, uno de los mayores logros del mandato del presidente Barack Obama, y devolvió la ley presupuestaria a la cámara baja.

“El destino del país está en juego”, enfatizó el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, tras la votación.

A la medianoche de este lunes termina el año fiscal y se agotan los fondos para las actividades no esenciales del Gobierno. Mientras, republicanos y demócratas en el Congreso están lejos de llegar a un acuerdo para evitar el primer cierre federal en más de 17 años, ya que el último fue en enero de 1996.

Ese ‘cierre’ obligaría a mandar a casa a casi 800.000 funcionarios durante el tiempo que dure la escasez de fondos y podría costar más de 1.000 millones de dólares a las arcas públicas, según la Casa Blanca.

Tras recibir al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la Casa Blanca, Barack Obama dijo el lunes que no está “resignado en absoluto” a que el Congreso no vaya a conseguir un acuerdo de última hora para evitar el “cierre” parcial del Gobierno federal.

“El Congreso tiene dos responsabilidades: aprobar un presupuesto y pagar sus facturas, y yo estoy abierto y deseoso de tener negociaciones sobre un presupuesto a largo plazo que se asegure de que invertimos en la clase media y ayudamos a que la economía crezca”, aseguró el presidente.

Obama dijo que el Gobierno no puede quedar paralizado por la falta de asignaciones presupuestarias en un momento delicado para la economía, al tiempo que advirtió del peligro de que no haya tampoco acuerdo en el aumento del techo de la deuda, debate que se deberá abordar antes de mediados de octubre.

¿MORATORIA DE PAGOS?

Un total de 40 de 51 economistas de grandes bancos y firmas de investigación dijeron que hay menos de una en 10 probabilidades de que una paralización del Gobierno scale hasta convertirse en un potencial incumplimiento del Gobierno de su pago de deuda más adelante en octubre, según un sondeo de ‘Reuters’.

El resto de los economistas consultados citó un mayor riesgo, aunque ninguno de los encuestados pensaba que el riesgo era mayor de 50-50. “Creemos que las probabilidades de un incumplimiento estadounidense son cero y una paralización del Gobierno no durará mucho”, dijo Peter Cardillo, economista en jefe de Rockwell Global Capital.

Otros economistas consultados dijeron que una paralización tendrá un impacto leve. “Una paralización corta del Gobierno tendrá ramificaciones más políticas que económicas, aunque supondrá una merma de un cuarto de punto (porcentual) de crecimiento por cada semana de paralización”, dijo Donald Ratajczak, economista asesor y profesor emérito de la Universidad Estatal de Georgia.

Al ser consultados sobre cómo el estancamiento ha dañado a la economía, si eso ha ocurrido, 30 de 52 encuestados dijeron que no ha sido un gran impedimento en la lenta recuperación económica. Los restantes 22 dijeron que había dañado la economía.

Una encuesta de ‘Reuters’ en enero sugirió que el enfrentamiento político resultó en un recorte de los planes de expansión y contratación de las empresas. Los economistas estaban divididos sobre si el riesgo de un incumplimiento gubernamental y estancamiento político eran las razones detrás de la decisión de la Reserva Federal de no recortar el programa de estímulo de 85.000 millones de dólares en compras mensuales de bonos en su reunión de septiembre.

De los encuestados, 27 dijeron que esos factores son los que probablemente convencieron a la Fed de no recortar el estímulo, mientras que 26 no estuvieron de acuerdo.

Desde que comenzó la crisis financiera, e incluso desde antes, los operadores han tendido a minimizar la posibilidad de que suceda el peor escenario. “Como los mercados y los economistas aún no han considerado un resultado político adverso, las posibilidades de sufrir una decepción aún son enormes”, dijo Scott Anderson, economista en jefe en Bank of the West..

WALL STREET TERMINA A LA BAJA EN SESIÓN DE ESTE LUNES

Wall Street terminó en baja el lunes por la amenaza de una parálisis administrativa en el gobierno en medio de una puja política en Washington entre la Casa Blanca y el Congreso: el Dow Jones cedió 0,84 por ciento y el Nasdaq 0,27 por ciento.

El índice ampliado Standard & Poor’s 500 en tanto cedió 0,60 por ciento

Sin embargo, la caída de los mercados fue limitada en este contexto, pues los operadores “saben que un cierre parcial de servicios públicos no necesariamente hace caer las bolsas”, según Dan Greenhaus de BTIG. “Y si nos despertamos mañana martes con un gobierno que no puede pagar a sus empleados, eso no duraría demasiado, pues es demasiado impopular”, destacó por su parte Gregori Volokhine, presidente de Meeschaert Financial Services.

AGENCIAS

 

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