El productor de las primera cámaras fotográficas para usuarios privados se vio sin embargo arrollado en los últimos años por el cambio a la fotografía digital.

Kodak sale de la insolvencia como especialista en impresión digital

La empresa estadounidense Kodak ha salido oficialmente de un proceso de insolvencia, tras más de un año y medio en el que se desprendió o cerró su tradicional negocio de fotografía: a partir de ahora será un especialista en impresión digital.

El consorcio está preparado para arrojar un crecimiento rentable, explicó su presidente Antoni Perez, en la noche del martes. “Teneos la tecnología correcta en el momento correcto, mientras el mercado de la impresión pasa cada vez más a soluciones digitales”.

Kodak marcó la historia de la fotografía clásica. El productor de las primera cámaras fotográficas para usuarios privados se vio sin embargo arrollado en los últimos años por el cambio a la fotografía digital.

Así, el consorcio de Rochester, cerca de Nueva York, tuvo que declarrase insolvente en enero de 2012, tras un año luchando por su supervivencia. Desde entonces, ha perdido en torno a la mitad de sus empleados: si al inicio del proceso empleaba a unos 17.000 trabajadores, ahora tiene unos 8.500. Antes del proceso la firma ya recortó decenas de miles de puestos de trabajo.

Durante el proceso Kodak se ha librado de deudas millonarias, al tiempo que Perez se desprendió de los sectores que arrojaban pérdidas, como el de carretes para cámaras pequeñas, que vendió a fondos de pensiones británicos, uno de sus mayores acreedores.

Se espera que la nueva empresa registre ventas este año por 2.500 millones de dólares, tras más de 6.000 millones en 2011.

Un hecho fundamental del rescate de la firma se produjo en diciembre, cuando tras un alarga disputa vendió su patente de fotografía digital por más de 500 millones de dólares a un grupo de consoricos tecnológicos como Apple, Google, Samsung y Microsoft.

La venta de esa patente era una condición básica para el nuevo comienzo, pues si no, los bancos no le habrían concedido el crédito necesario.

Rochester, EEUU (DPA)