Djokovic, rápido como ciclón

El número uno eliminó a Granollers en 79 minutos (6-3, 6-0 y 6-0) y se medirá en cuartos a Youzhny, verdugo de Lleyton Hewitt

Djokovic, rápido como ciclón

Djokovic, rápido como ciclón

En apenas 79 minutos Novak Djokovic tuvo tiempo para muchas cosas ante Marcel Granollers. Para enlazar, por ejemplo, 25 puntos consecutivos con su saque y para ganar 28 de las 30 bolas que jugó en la red. En total, 34 ‘winners’ ante el tenista barcelonés, que venía de ganar tres maratones a cinco mangas. Cuando entró el último globo de Nole, Marcel abandonó a toda prisa la Arthur Ashe neoyorquina. El 6-3, 6-0 y 6-0 escocía demasiado.

“Sería más normal para un jugador como John Isner. Es la primera vez que consigo una racha así al servicio. No es que tenga el mejor saque del circuito, pero hoy ha funcionado”, comentó Djokovic un instante después de su inapelable victoria. Una vez más, por decimoctava ocasión consecutiva, jugará los cuartos de final de un grande.

Avanza a todo trapo Nole, que en la ronda anterior había sacado de la pista al portugués Joao Sousa, número 95 del ránking, en apenas 100 minutos (6-0, 6-2 y 6-2). A este cruce se refería poco después, con la sonrisa en la boca, fiel reflejo de su mejoría en el último ‘grande’ del año. “Estoy haciendo unos partidos increíbles, sobre todo los dos últimos. Ms siento preparado para enfrentarme a los mejores. Estoy jugando más agresivo, he ganado en confianza. Incluso el viento no me está afectando mucho”, valoró.

Hewitt y las ocasiones perdidas

El rival en cuartos de Djokovic, campeón en 2011, será el ruso Mikhail Youzhny, vigésimo primer favorito, que supo rehacerse en varias ocasiones para doblegar al australiano Lleyton Hewitt en un durísimo partido de casi cuatro horas.

Youzhny, de 31, frenó en seco la marcha de Hewitt, de 32, sorprendente verdugo de Juan Martín del Potro en segunda ronda. Se impuso por 6-3, 3-6, 6-7 (3-7), 6-4 y 7-5 en una batalla donde el australiano desperdició una ventaja de 4-1 en el cuarto set y de 5-2 en la manga definitiva.

Una pequeña decepción para el ex número 1, que volvía a disputar la segunda semana de un gran torneo tras más de cuatro años de ausencia. “Evidentemente, perder siempre es una decepción, pero lo dejé todo en la pista. No hay nada más que pudiera hacer”, resumió después Hewitt, ganador del US Open en 2001.

 AGENCIAS

 

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