Tiroteo en Nueva Jersey fue alentado por “antisemitismo” y odio a la policía

Jersey City (Estados Unidos) (AFP) |

 

 

El tiroteo en Jersey City, cerca de Nueva York, que dejó cuatro víctimas el martes, fue alentado tanto por “antisemitismo” como por odio contra la policía de los dos atacantes, que también fallecieron, dijo este jueves el fiscal general de Nueva Jersey, Gurbir Grewal.

“Creemos que los sospechosos tenían opiniones que reflejaban odio a las personas judías así como odio a los agentes de la ley (…) Las pruebas apuntan a un acto de odio”, dijo Grewal en una conferencia de prensa.

“Estamos investigando este asunto como un acto potencial de terrorismo doméstico alentado tanto por antisemitismo como por creencias contra la policía”, señaló.

Grewal dijo que la policía aún trabaja para establecer cómo los sospechosos escogieron sus blancos, el policía Joseph Seals y un supermercado kosher de Jersey City propiedad de una joven pareja de judíos jasídicos.

Los dos autores del tiroteo, un hombre y una mujer identificados como David Anderson y Francine Graham, fueron vinculados por la prensa local a los “Israelitas Hebreos Negros”, dijo el fiscal.

Tal es el nombre de un grupo de estadounidenses negros que se consideran descendientes de antiguos israelitas. El movimiento se ha separado en varios grupos semi autónomos y no está ligado al judaísmo convencional.

Es conocido por manifestaciones provocadoras pero no suele ser considerado un promotor de la violencia, aunque el Southern Poverty Law Center, que estudia a extremistas, lo ha calificado como un “grupo de odio” y asegura que el fanatismo domina su ideología.

Sin embargo no tiene el historial violento que poseen los supremacistas blancos estadounidenses, que en años recientes han llevado a cabo ataques mortíferos.

– “Actuaron solos” –

“Tenemos pruebas de que ambos habían expresado interés en este grupo, pero no hemos establecido lazos formales con esa organización o cualquier otra”, precisó el fiscal. “Creemos que los dos autores del tiroteo actuaron solos”, sostuvo.

Grewal precisó que investigan la autenticidad de las cuentas de los sospechosos en redes sociales, donde habrían expresado “ciertas opiniones”.

Primero los sospechosos mataron al detective de la policía de Nueva Jersey Joseph Seals, que se acercó a ellos y a su camioneta de alquiler robada en un cementerio de esta ciudad de 270.000 habitantes.

Tras disparar contra él, los asaltantes condujeron lentamente 1,5 km hasta un pequeño supermercado kosher situado en el barrio de Greenville, estacionaron enfrente, se bajaron del vehículo apuntando con rifles largos y comenzaron a disparar al entrar.

En la tienda que sirve a la comunidad judía jasídica, de reciente implantación en este barrio históricamente hispano y negro, había cuatro personas.

Los autores del tiroteo mataron a la esposa del propietario, Mindel Ferencz, de 32 años; a un empleado latino, Miguel Douglas Rodríguez, de 49; y a un cliente, Moshe Deutsch, de 24.

Otro cliente logró escapar de la tienda corriendo, bajo disparos de los atacantes que lo hirieron de bala, contó Grewal.

Durante más de dos horas los sospechosos intercambiaron cientos de balazos con la policía desde el supermercado kosher, hasta que fueron abatidos.

“En este momento, nuestras pruebas indican que los autores del tiroteo apuntaban sus armas solo contra agentes de la ley y no contra otros en la calle”, dijo el fiscal.

– Fuertemente armados –

En el supermercado la policía halló cuatro armas, incluido el rifle AR15 que llevaba Anderson, dijo Grewal. Otra arma con silenciador fue hallada en la camioneta, así como una bomba activa de fabricación casera y una nota que según el fiscal no puede calificarse de “manifiesto”, como dijeron algunos medios estadounidenses.

El saldo de víctimas del tiroteo “hubiera sido mucho, mucho peor” si la policía no hubiera actuado con tanta rapidez y eficacia, estimó el fiscal.

Se trata del último tiroteo que tiene como blanco a los judíos, parte de un alza de ataques antisemitas tanto en Estados Unidos como en Europa.

En octubre de 2018, un supremacista blanco estadounidense mató a 11 personas en una sinagoga de Pittsburgh, Pensilvania, en el mayor atentado contra la comunidad judía en Estados Unidos.

En octubre pasado, en la ciudad alemana de Halle, hubo un ataque antisemita mortífero que dejó dos muertos y tuvo como blanco a una sinagoga en el día de Yom Kippur.

En un informe publicado en abril, la Liga Antidifamación, una organización que lucha contra el racismo y el antisemitismo, contabilizó 1.879 incidentes de carácter antisemita en 2018 en Estados Unidos, casi el récord de 2017.

“La comunidad judía en este país está nerviosa. No son solo estos tiroteos”, dijo a la AFP Oren Segal, director del Centro de Extremismo de la Liga.

“Es el alto nivel de crímenes de odio que tienen como blanco a los judíos. Son discusiones públicas en las que ideas que han estado al margen durante años sobre el control o la lealtad de los judíos se han tornado dominantes. La comunidad está preocupada por la manera en que se habla de los judíos”, añadió.

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