Juan Martín del Potro sabía que para ganarle a Roger Federer tenía que jugar su mejor tenis. Más aún si el duelo en cuestión era la final de uno de los torneos preferidos del suizo, el ATP de Basilea. Así lo hizo el tandilense, que se llevó la victoria por 6-4, 6-7 (5) y 7-6 (3), cortó una racha de siete derrotas consecutivas contra el número uno del mundo (seis en esta temporada) y sumó su cuarto título del año, a una semana de su consagración en Viena.

“Estoy contento con mi nivel y listo para afrontar la final”, había dicho Del Potro el sábado luego de su victoria en semis ante el francés Richard Gasquet. Y ayer lo demostró claramente. No importó que enfrente estuviera su ídolo, el “gran Roger”, ni que el público esperara un festejo del local.

El argentino salió decidido a llevarse la victoria y, desde el primer game del set inicial, dominó claramente el juego.

Delpo se plantó firme en la línea de base y buscó las líneas con tiros muy precisos. Así, obligó a su rival a desplazarse por toda la cancha y a pegarle incómodo a la pelota. En el quinto game, el tandilense consiguió un quiebre, que terminaría siendo el único del partido. Pero a pesar de la ventaja, no se relajó. Continuó presionando desde el fondo y estuvo implacable con su servicio: ganó 16 de los 18 puntos que disputó con su primer saque (el 89%) y no cedió ningún break point . Y mientras él seguía sumando confianza, del otro lado de la red, a Federer se lo veía cada vez más molesto e impreciso. Por eso no sorprendió que fuera un error del suizo, un drive que se fue largo, el que le diera a Del Potro el punto del set.

Después del descanso, el argentino siguió sacando muy bien (terminó la segunda manga con un 91% de efectividad con el primer servicio) y, durante gran parte de ese parcial, mantuvo el nivel que había mostrado en el primero. Pero la reacción de Federer no tardó en llegar y el partido se emparejó y ganó intensidad. Ya en el primer game, el suizo tuvo la chance de ponerse en ventaja cuando dispuso de una chance de quiebre, pero no la pudo concretar. Más tarde, el tandilense desperdició su único break point del set en el 12° game, cuando estaba en ventaja 6-5. Así, llegaron al tie break .

En el desempate, el juego siguió la misma tendencia del set, con los dos muy firmes con el servicio. Pero el número uno

Juan Martín Del Potro y Federer
Foto,Quelle: Keystone

recurrió a toda su experiencia y, con la mente bien fría, supo aprovechar el momento justo para concretar el mini-quiebre que le permitió adueñarse del set y llevar la definición del partido a un tercero.

A esa altura del partido, estaba más que claro que Federer no estaba dispuesto a dejar escapar el triunfo sin dar pelea, en especial en su casa, donde ya se había consagrado en cinco oportunidades. El suizo comenzó a presionar a su oponente. Y aunque en los primeros games del set final el cansancio comenzó a molestarle, Delpo nunca se rindió, ni siquiera ante las cuatro chances de quiebre que tuvo el número uno. El argentino fue inteligente cuando estuvo comprometido con su saque y logró mantener su servicio, hasta llevar la definición a un nuevo tie break . Luego de un set un poco complicado, en el desempate, el tandilense volvió a mostrar la decisión del parcial inicial. Federer, frustrado por no haber podido cerrar el partido, estuvo más impreciso. Así, Del Potro aprovechó para concretar un minibreak y, con una serie de buenas pelotas, sacó una ventaja importante de 6-3. Luego, otro error del propio Federer -un tiro que se fue largo- le dio al argentino la victoria.

El triunfo no fue uno más para el tandilense. Significó su primer trofeo en Basilea y el cuarto de la temporada. Fue además, el 13° de su carrera, que lo dejó como el tercer argentino con más títulos, y el número 200 para el tenis albiceleste . Y le sirvió, además, para seguir ganando confianza y mejorando su juego de cara al último tramo de la temporada. Ahora, Delpo, que desde mañana se ubicará en el 7° lugar del ranking mundial, viajará a París, donde disputará el último Masters 1000 del año. Allí no estará Federer, que ayer anunció que no jugará en la capital francesa, por lo que perderá el número uno del mundo en manos de Novak Djokovic. Una baja importante para el torneo, en el que Del Potro tratará de sumar una nueva alegría. Con la confianza muy alta y un juego de gran categoría, el tandilense sigue soñando con volver a su mejor nivel. Y sigue ganando.

Basilea, Suiza. Dpa.